Dionny Baez Palabra Del Dia - Dia 13

Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumadór de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios
Hebreos 12:1

Cuando estaba en la escuela secundaria me gustaba correr en la pista de la escuela. Yo era un corredor bastante bueno en distancias cortas, pero me iba horrible en carreras de larga distancia. Odiaba practicar. Pero si veía mucha gente en la tribunas, recibía nueva motivación para correr.

Mientras se corre esta carrera de la vida, tenemos una mejor motivación que la que tuve en la escuela secundaria. Corremos por una audiencia de uno: Jesucristo. Él nos está mirando. Esta orando por nosotros. De hecho, la Biblia nos dice que “Él vive para interceder por nosotros” (ver: Hebreos 7:25).

Fue Jesús quien animó al joven Esteban, cuando se paró frente a los acusadores que estaban dispuestos a ponerle a muerte. Lleno del Espíritu Santo, recibió una visión de Jesús en el cielo y dijo: "Mira, veo los cielos abiertos y al Hijo del Hombre de pies en el lugar de honor, en la mano derecha de Dios" (Hechos 7:56). Al ver Esteban a Jesús, le dio motivación de correr la carrera y terminarla.

Ver a Jesús mantuvo a Simón Pedro, también recibió motivos para caminar sobre el agua. Con su vista en el Señor, hizo lo imposible.

Es importante mantener nuestros ojos en Jesús. ¿Por qué? Debido a circunstancias podemos rendirnos y, a veces, nos descarriamos. La gente nos va a fallar y nos van a faltar a la medida de nuestras expectativas. Los sentimientos van y vienen. Pero Jesús siempre estará ahí para animarnos.

Además, Él ha corrido antes. Él es el último ganador. Él nos mostrará cómo ejecutar. Pero hay que seguir mirándolo a él

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